Desde los 18 meses mas o menos empezamos a ver las señales que Adrián nos mostraba de que algo era diferente en él, en nuestro caso estas señales fueron las siguientes:
- Caminar en reversa y en puntas de pie.
- No tolerar algunos sonidos o imágenes, tapándose los oídos.
- Poco contacto visual.
- No responder cuando lo llamábamos.
- Retraso en el desarrollo del lenguaje, con pocas palabras o frases.
- Hacer sonidos de estimulación producidos por él mismo, como vocalizaciones repetitivas.
- Fijación por ciertos objetos.
- Hacer las cosas una y otra vez en el mismo orden, mostrando resistencia a que otros alteraran ese patrón.

Como padres, al principio estábamos en negación, nos decíamos cosas como: “Es que él es un niño de pandemia; no ha socializado con otros niños ni con personas distintas a papá y mamá”. Pensábamos que por eso mostraba ese comportamiento, nos convencíamos de que era necesario darle tiempo, creyendo que tal vez todo se debía a la falta de interacción social y que, con el tiempo, las cosas cambiarían.
Incluso antes de que el especialista nos confirmara que Adrián sí es autista, yo, como mamá, tenía la esperanza de que esas señales eran simplemente falsas alarmas o que su comportamiento era una fase pasajera, me aferraba a la idea de que todo sería más fácil si simplemente le dábamos espacio y paciencia, imaginando que la socialización gradual resolvería las dificultades.
A medida que pasaba el tiempo y las señales persistían, empezamos a cuestionar nuestras suposiciones, la preocupación creció y nuestras esperanzas comenzaron a desvanecerse. En mi interior, sentía un tira y afloja entre el deseo de proteger a mi hijo de etiquetas y la necesidad de entender y apoyar sus necesidades, la llegada del diagnóstico fue un momento crucial: un punto de inflexión que, aunque trajo consigo una mezcla de emociones, también abrió la puerta a la comprensión, la aceptación y la búsqueda de herramientas para ayudar a Adrián en su viaje.
Ahora sé que cada señal, cada comportamiento, es parte de quién es él, y estoy aquí para apoyarlo en cada paso de su camino.