Ser madre o padre de un niño con autismo no es tarea fácil, si bien hay momentos llenos de amor, gratitud y alegrías indescriptibles, también hay desafíos únicos que a menudo traen consigo estrés, cansancio y una sensación de soledad que es difícil de compartir.
En mi experiencia, hay días en los que todo fluye: Adrián sigue su rutina, evitamos los estímulos que lo sobrecargan, y él muestra su sonrisa única y llena de vida, pero también hay días en los que todo parece desmoronarse, esos días en los que la más mínima interrupción o cambio puede desencadenar una tormenta de emociones tanto en él como en mí.
Reconocer el Estrés: Un Primer Paso Hacia la Sanación
Algo que he aprendido en este viaje es que ignorar el estrés no ayuda, pretender que todo está bajo control solo acumula tensión, y tarde o temprano, explota, he aprendido a ser honesta conmigo misma y aceptar que está bien sentirse abrumada de vez en cuando, este reconocimiento no me convierte en una mala madre, sino en una madre humana.
Estrategias para Gestionar el Estrés como Madre de un Niño con Autismo
Pedir Ayuda No Es un Signo de Debilidad
Como padres, a veces creemos que debemos ser capaces de manejar todo por nuestra cuenta, sin embargo, pedir ayuda es un acto de amor propio y hacia nuestro hijo. Recurrir a tu pareja o un familiar para que cuide a Adrián por unas horas o simplemente para tener una conversación de apoyo puede marcar una gran diferencia en el manejo del estrés.
Tomar un ‘Tiempo Fuera’ para Mí
He aprendido a darme pequeños espacios para mí misma, ya sea escribiendo, haciendo manualidades mientras Adrián duerme o ve un rato la televisión, tomando una taza de café en mi espacio o dando una caminata corta, estos momentos me permiten recargar energías, manejar la ansiedad y regresar a mi centro.

Aceptar Que No Todo Saldrá Como lo Planeé
El estrés surge cuando intentamos tener todo bajo control, he aprendido que soltar y aceptar que algunas cosas están fuera de mis manos es liberador, si un día Adrián no quiere salir de casa o si todo parece ir mal, intento recordarme que es parte del proceso.
Cuidar de Mi Salud Física y Mental
Dormir lo suficiente, alimentarme bien y moverme un poco cada día son fundamentales para mantener el estrés bajo control, cuidarme físicamente me ayuda a mantener mi salud mental.
Reflexión Final: El Camino del Amor y la Fortalezas en la Crianza de un Niño con Autismo
Es fácil sentirse culpable por estar estresada, pero la realidad es que este viaje está lleno de altibajos, lo más importante es recordar que no estamos solos, que está bien tomarse un respiro y que, al final del día, nuestro esfuerzo y amor son lo que más importa.
