Desde que Adrián era pequeño, noté que su contacto visual no seguía un patrón constante, hay momentos en los que me mira directamente a los ojos con atención, y otros en los que prefiere enfocarse en otra cosa mientras le hablo, no es que no pueda mirar, sino que lo hace cuando él lo decide.
El Mito del Contacto Visual y la Atención
En nuestra sociedad, se suele asumir que mirar a los ojos es una señal de interés y respeto. Sin embargo, en muchos niños autistas, esto funciona de manera diferente, no es que no puedan hacer contacto visual, sino que lo regulan según cómo se sienten o cuánto pueden procesar en un momento dado.
Para algunos, mantener contacto visual constante puede ser incómodo o abrumador, otras veces, simplemente no lo necesitan para prestar atención.
Por Qué a Veces Prefieren No Mirar
- Procesamiento sensorial
Mirar a los ojos de alguien implica procesar múltiples estímulos: el movimiento de los ojos, expresiones faciales, tono de voz y significado de las palabras, en algunos momentos, esto puede ser demasiado y prefieren enfocarse solo en lo auditivo. - Escuchar no siempre requiere mirar
Muchas veces, Adrián me escucha perfectamente sin mirarme. Luego responde con un gesto, una palabra o una acción, demostrando que entendió. Para él, no es necesario sostener la mirada todo el tiempo para participar en la conversación. - Es una elección, no una incapacidad
Adrián sí hace contacto visual cuando quiere, cuando se siente cómodo o cuando algo realmente le interesa, no es que lo evite por completo, sino que lo administra según cómo se sienta en ese momento.
Cómo Acompañar sin Imponer
- Respetar su ritmo y su forma de comunicación.
- Observar otras señales de atención, como pequeños gestos o respuestas verbales.
- Usar apoyos visuales y gestos, en lugar de insistir en la mirada.
- Entender que cada niño autista es diferente.
