Tapando mis oídos me protejo del estimulo

Tomar la decisión de medicar o no a un niño con autismo es un tema complejo y personal. En nuestro caso, decidimos no optar por la medicación, a pesar que los especialistas la recomiendan para manejar ciertos comportamientos asociados con el autismo, a Adrián le formularon risperidona, este medicamento, utilizado frecuentemente para tratar ciertos comportamientos como la irritabilidad extrema o la dificultad para manejar emociones,

este tema puede ser controversial, pero queremos compartir nuestra experiencia y las razones detrás de nuestra elección.

¿Por qué no medicar a Adrián?

La medicación es una herramienta poderosa para muchos niños autistas, ayudándolos a concentrarse, reducir la ansiedad o manejar emociones intensas, sin embargo, también sabemos que estos medicamentos son sustancias químicas o drogas que alteran el funcionamiento del cerebro.

Nuestra mayor preocupación como padres es evitar que Adrián desarrolle dependencia de una medicación para manejar su comportamiento o adaptarse al mundo, queremos darle la oportunidad de crecer y enfrentar sus desafíos con herramientas propias, aunque somos conscientes de que este enfoque puede requerir más tiempo y esfuerzo.

Alternativas a la medicación

En lugar de optar por medicamentos, hemos diseñado un enfoque integral que nos ha permitido apoyar a Adrián de manera efectiva:

  • Rutinas estructuradas:
    En casa, las rutinas claras y predecibles le brindan seguridad y reducen los momentos de estrés.
  • Manejo sensorial:
    Hemos identificado qué estímulos lo tranquilizan y cuáles lo alteran, adaptando su entorno para que se sienta cómodo, actividades como la música, el movimiento, paseos matutinos, los juegos sensoriales, los trenes y haciéndolo participe de las cosas cotidianas de casa para desarrollar su independencia, han sido claves.
  • Apoyo emocional:
    La paciencia y el amor son nuestras principales herramientas, en lugar de reaccionar de forma impulsiva, tratamos de entender qué hay detrás de sus comportamientos y lo acompañamos con comprensión.

Reflexiones sobre esta decisión

No medicar a Adrián no significa que esté en contra de la medicación en general, entendemos que cada familia y cada niño son únicos, y lo que funciona para unos puede no ser adecuado para otros, esta decisión es simplemente lo que consideramos mejor para nuestro hijo, teniendo en cuenta su personalidad, sus necesidades y nuestra filosofía familiar.

Elegir este camino no siempre es fácil hay días complicados donde el progreso parece lento, pero también hay momentos de profunda satisfacción al ver a Adrián enfrentar sus desafíos y crecer sin depender de algo externo como el medicamento.

Una elección desde el amor

Tomar esta decisión ha fortalecido nuestra conexión con Adrián, permitiéndonos valorar sus avances, por pequeños que sean, y entender mejor su forma de ver el mundo, estamos convencidos de que, con paciencia, apoyo y amor, Adrián seguirá desarrollándose a su propio ritmo, demostrando cada día su increíble capacidad de adaptarse y aprender.

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